martes, 17 de febrero de 2009

Submarino amarillo


Hoy ha salido el sol, estoy algo mas optimista.

-Así que zarpamos hacia el sol hasta encontrar el verde mar y vivimos bajo las olas en nuestro submarino amarillo.

Llevamos una vida fácil

Tenemos todo lo que necesitamos

Cielo azul y verde mar

En nuestro submarino amarillo

Todos vivimos en un submarino amarillo, submarino amarillo -

Es parte de la letra de la canción de los Beatles y me puse a tararearla al oír la cómica noticia de hoy: el choque de un submarino inglés con un submarino francés en aguas del Atlántico. Me reí pensando como pudo faltarles espacio.
Que importante es el estado de animo, hoy todo me hace gracia. El buen día de sol que ya anuncia la inminente primavera. Mi compañera, la radio, que como siempre, encendida, vocea sus cosas. El sol me da en la cara mientras sigo tarareando Yellow Submarine. A mi espalda y con desparpajo ella suelta otra noticia que me hace otra vez reír: "el ministro japones de finanzas comparece borracho ante los medios", dejé de cantar para otra vez reír ¡que mañana!
Ahora entiendo lo de la globalización y lo del aleteo de la mariposa.
Sigo con la canción de los Beatles y me acuerdo de una foto que hice hace pocos días de un grafiti en una pared de Calafell. Algún artista inspirado por el reciente aniversario de la canción, lo plasmo en la pared de bloques.
Viene bien algo de optimismo entre tanta mala noticia. Pero ser optimista en estos tiempos se hace difícil y sobre todo si se es un trabajador en paro, o en vías de serlo, si como pide la patronal hay que abaratar el despido.
En el libro de Gisèle Freund, me enteré que Jacob August Riis, un emigrante danés llegado a Norteamérica en 1870, fue el primero en recurrir a la fotografía como instrumento de crítica social. En 1890 publica su primer libro, como vive la otra mitad, retrato de las duras condiciones de vida de muchos habitantes de Nueva York. Después, el mundo siguió viviendo en crisis. Décadas después una mujer fotoperiodista, Dorothea Lange, registró en fotos la gran depresión después de la crisis 1929. También muchos mas utilizaron la cámara como herramienta para enseñar al mundo esa tragedia.
En mis años no he sufrido en carne propia ninguna guerra, pero toda mi vida recuerdo crisis. La de 1973, la de 1989, la de 1993 y ahora esta veremos hasta cuando. Me gusta la fotografía y lo fotografio todo. Ahora, emulando a Jacob Riis, Dorothea Lange, Walker Evans, saco mi cámara a la calle con la misma intención...


No hay comentarios:

Publicar un comentario