Se dice que una vez dijo Emilio Frugoni, escritor, poeta y
político uruguayo: “Las ciudades son libros que se leen con los pies”. Frugoni fue
embajador en Moscú y sus pies tienen que haber leído
bastante sobre esa ciudad porque dejó sus impresiones en sus libros: “De
Montevideo a Moscú” y “La esfinge Roja”.
Vladimir Maiakovski
vivió y se hizo poeta en Moscú y a él se le atribuye una frase que también
relaciona el viajar y los libros: «Necesito viajar. Para mí, el contacto con
todo lo que respira vida sustituye casi a la lectura de libros». Y Maiakovski
leyó con sus pies las ciudades de: Berlín, París, Saint-Nazaire, Gijón,
Santander, el cabo de La Coruña (España), La Habana (la isla de Cuba),
Veracruz, la ciudad de México, Laredo (México), Nueva York, Chicago,
Filadelfia, Detroit, Pittsburgh, Cleveland (los Estados Unidos de América del
Norte). En su libro "América" quedaron sus pasos.
El Moscú de Maiakovski y el de Frugoni era el Moscú de la
URSS. El Moscú de la URSS que nunca caminaron los Beatles, cosa que no les
impidió componer y cantar su canción «Back in the U.S.S.R.» (Regreso a la URSS),
con el gusto por la balalaika, las mujeres rusas y no sé si las ideas.
En un arrebato por las frases de Maiakovski y de Frugoni, en
unos días me voy al Moscú que ya no es la URSS, el que nunca pisaron los
Beatles.
Les dejo la canción…
Texto: S. Andrada Lapenne, 23 de mayo de 2013