Se me antojó que en el cementerio de Femés sus huéspedes están en el cielo. Y no tiene cipreses, es muy pequeño, tranquilo, mas que otros, y con ese blanco tan blanco, como dijera un anuncio de detergentes. Femés es un lugar alto, y al cementerio faltó poco para que lo pusieran arriba de todo, esta alto, casi en el medio del pueblo, cerca de la también pequeña iglesia, y lo mejor de todo es que también desde allí se ve el mar. No es el mar al que cantó Serrat, pero un mar hermoso igual, como me parece que serán todos los mares, hasta el Mar Muerto. Me puse a pensar en todos los cuerpos quietos que están allí, los que pasaron por esa puerta para quedarse para siempre. Y pensé también que el único infierno será el de los dolientes cargando al muerto si el muerto o la muerta están algo gordos.
En fin, que no me pareció mal lugar para el descanso definitivo…
Texto y fotografía: S. Andrada Lapenne, Lanzarote, setiembre de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario